La revancha de Venezuela

Todo lo que representaba Venezuela en nuestra primera visita casi que se transformó en su antítesis en nuestra vuelta unos días después. Venezuela pasó de representar la oscura, confusa, ajena y desesperada Caracas en una soleada y vacacional playa caribeña en el estado de Falcón.
Personalmente era la primera vez que iba a una playa del caribe, todas mis vacaciones de chico habían sido en la costa atlántica de Buenos Aires. Ese año descubrí porque los a aburridos adultos enjaulados por la rutina laboral aman tanto estos lugares. Nunca pensé que la arena blanca, el agua celeste,la tranquilidad,la simetría y un falso paraíso burgués me iba a poner tan feliz.
Era un lugar tranquilo lleno de venezolanos, apenas había algún que otro extranjero como la pareja argentina que apoyaba a Chávez o la extraña pareja de españoles que se llevaban más de 20 años entre ellos.
Para ir a las playas cada día nos esperaba un simpático viaje en lancha hasta los cayos (unas islas muy pequeñas), aunque si había tormenta no era tan simpático el día. Me acuerdo que viajábamos así nomás sin salvavidas mientras las olas rompían con todo contra la frágil lancha.

Inclusive en la vuelta a Caracas la pasamos mejor que en la primera vez. Fuimos a un hotel bastante cómodo, con un desayuno riquísimo. Durante el desayuno había muchos adolescentes llenos de tatuajes con el pelo teñido que habían ido a la convención de tatuajes.

Encima ese día a la mañana hubo una marcha a favor de Chávez, que me causó mucha simpatía. Me desperté escuchando música muy fuerte y cuando me asomo por la ventana y escucho que pasaban El libertador de  Ska-p y un montón de personas vestidas con remeras rojas por la avenida principal.